La apendicitis es una inflamación del apéndice, un pequeño órgano con forma de tubo ubicado en el lado inferior derecho del abdomen.
Es una urgencia médica común que puede presentarse en personas de todas las edades, aunque es más frecuente entre adolescentes y adultos jóvenes. Cuando no se trata a tiempo, puede causar complicaciones graves como la ruptura del apéndice y una infección generalizada en el abdomen (peritonitis). Esta condición representa una de las emergencias quirúrgicas más comunes, y su tratamiento principal es la apendicectomía, es decir, la extirpación del apéndice.
En la actualidad, la técnica preferida es la apendicectomía laparoscópica, un procedimiento mínimamente invasivo que permite una recuperación más rápida y con menos complicaciones.
¿Cuáles son los síntomas de apendicitis?
Los síntomas más comunes incluyen:
Dolor abdominal, que generalmente comienza alrededor del ombligo y luego se desplaza hacia la parte inferior derecha del abdomen.
Fiebre leve.
Náuseas o vómitos.
Pérdida de apetito.
Sensibilidad al tacto en el abdomen.
En algunos casos, estreñimiento o diarrea.
Ante la aparición de estos signos, se recomienda buscar atención médica de inmediato, ya que la apendicitis no mejora por sí sola y requiere intervención quirúrgica. Consulta con un especialista en cirugía laparoscópica y obtén atención segura y oportuna.
¿Qué es la apendicectomía laparoscópica?
La apendicectomía laparoscópica es una cirugía realizada mediante pequeñas incisiones en el abdomen. A través de estas incisiones se introducen una cámara y herramientas quirúrgicas especializadas, lo que permite extirpar el apéndice con gran precisión y mínima invasión.
¿Qué pasa si no se trata a tiempo?
Si la apendicitis no se trata, el apéndice puede romperse, lo que libera pus y bacterias en la cavidad abdominal, provocando una peritonitis, una infección grave que puede poner en riesgo la vida. Por eso, un diagnóstico temprano y una cirugía oportuna son claves para evitar complicaciones.