La salud ginecológica es una parte esencial del bienestar general de las mujeres. Las infecciones ginecológicas son frecuentes y, aunque muchas no son graves, pueden causar molestias como picazón, flujo anormal, mal olor, ardor al orinar o dolor al tener relaciones sexuales. La buena noticia es que muchas de estas infecciones pueden prevenirse con hábitos adecuados de higiene y cuidado personal.
A continuación, te compartimos algunos consejos clave para mantener una buena salud íntima y reducir el riesgo de infecciones ginecológicas.
1. Mantén una higiene íntima adecuada
Lava la zona genital externa una o dos veces al día con agua y, si es necesario, un jabón suave, sin fragancias ni químicos agresivos. Evita lavar el interior de la vagina, ya que esto puede alterar su flora natural y provocar desequilibrios.
2. Usa ropa interior de algodón
Elige ropa interior de algodón y evita prendas muy ajustadas o sintéticas, ya que dificultan la ventilación y pueden favorecer el crecimiento de bacterias u hongos por la humedad acumulada.
3. Evita el uso de duchas vaginales y productos perfumados
Las duchas vaginales, desodorantes íntimos y otros productos perfumados pueden alterar el pH vaginal y afectar las defensas naturales de la zona íntima, aumentando el riesgo de infecciones como la vaginosis bacteriana o la candidiasis.
4. Cambia frecuentemente toallas sanitarias y tampones
Durante el período menstrual, cambia las toallas o tampones cada 4 a 6 horas como máximo, para evitar la acumulación de humedad y la proliferación de bacterias.
5. Orina después de tener relaciones sexuales
Orinar después del contacto sexual ayuda a eliminar bacterias que pueden haberse introducido en la uretra, disminuyendo el riesgo de infecciones urinarias o vaginales.
6. Evita el uso prolongado de trajes de baño húmedos
Después de nadar, trata de cambiarte la ropa húmeda lo antes posible. Permanecer mucho tiempo con un traje de baño mojado crea un ambiente ideal para que hongos y bacterias se desarrollen.
7. Mantén una alimentación equilibrada
Una dieta rica en frutas, vegetales, yogur natural y agua puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y mantener el equilibrio de la flora vaginal.
8. Acude a tus controles ginecológicos
No esperes a tener síntomas para visitar al ginecólogo. Los chequeos regulares permiten detectar cualquier alteración a tiempo y recibir orientación personalizada sobre el cuidado íntimo.
Si presentas flujo anormal, mal olor, ardor, picazón o dolor, no te automediques. Consulta con un especialista para obtener un diagnóstico preciso y el tratamiento adecuado. Conoce el perfil de un médico ginecólogo certificado y agenda tu cita para recibir atención personalizada.
Referencias
Recoletas salud
Planned Parenthood
Medanta